NARRATIVA (Comentario de texto: Lazarillo de Tormes)
En esta entrada presento el análisis realizado por mí y mis compañera Andrea Vivar y Lucía Lastres sobre un fragmento del El lazarillo de Tormes. El fragmento que hemos analizado ha sido el siguiente:
El lazarillo de Tormes, Tratado I
En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, paresciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía no por mozo sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo.
Como estuvimos en Salamanca algunos días, paresciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre y, ambos llorando, me dio su bendición y dijo:
-Hijo, ya sé que no te veré más. Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti. Y así, me fui para mi amo, que esperándome estaba. Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada della un animal de piedra que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo: -Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro dél. Yo, simplemente, llegué, creyendo ser ansí. Y, como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome: -Necio, aprende: que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo. Y rió mucho la burla. Parescióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije entre mí: «Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer». Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza. Y como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía: -Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir, muchos te mostraré. Y fue ansí, que, después de Dios, éste me dio la vida, y, siendo ciego, me alumbró y adestró en la carrera de vivir.
El lenguaje que utiliza el fragmento:
El lenguaje que utiliza el coloquial e informal. Auqnue aparecen algunas palabras complicadas o difíciles.
Ejemplo: "Como estuvimos en Salamanca algunos días, paresciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí".
El narrador del fragmento:
Según su posición:
Narrador homodiegético: alguien cuenta la historia desde dentro y participa en ella.
Ejemplo: "yo fui a ver a mi madre y, ambos llorando, me dio su bendición".
Según el punto de vista:
Narrador en 1ª persona (homodiegético). Da su opinión y está narrado desde su visión. Protagonista: diario, novela autobiográfica...
Ejemplo: "Como estuvimos en Salamanca algunos días, paresciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos de partir".
Nos ha llamado la atención:
Parescióme, adestrar, ansí, paresciéndole.
Espacio:
Es micro-espacio porque habla del mesón y es macro-espacio habla de Salamanaca.
Tema:
La picaresca.
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